Me animé a probar uno de los menús que Jamie Oliver prepara en su libro "Comidas en 30 minutos". La verdad es que, aunque cuesta un poco creer que se puedan preparar estos menús en tan poco tiempo, al ver a este hombre trabajando en televisión apenas me sorprende que lo consiga.
Su manera despreocupada en la cocina, la forma poco ortodoxa de manipular los alimentos y los pocos miramientos que se gasta al trabajar, hacen de él un chef políticamente incorrecto en lo culinario. Sabe hacer fácil lo que parece difícil. Acerca la cocina a los que nunca han frito un huevo. Cocina sin complejos. No es de extrañar que se haya hecho tan popular y tenga tantos seguidores. Yo uno de ellos.
Como yo tenía una cena para diez y disponía de poco tiempo para preparalo, me pareció una ocasión perfecta para poner a prueba uno de los menús de Jamie.
Creo que tardé algo más de los 30 minutos, pero no sabría decir cuánto más. El título del libro tiene un poco de trampa, pues hay una serie de factores que hay que tener en cuenta y que no se computan en esos 30 minutos:
- Todo lo que vayas a necesitar tiene que estar desplegado encima de la encimera antes de empezar. Esto incluye sartenes, robots de cocina, fuentes para el horno, alimentos, etc. No puedes perder tiempo buscando la mantequilla en el fondo de la nevera.
- Previamente, te tienes que haber estudiado muy bien la receta del libro y casi haberla memorizado. Si andas todo el rato mirando los pasos a seguir en la receta, eso es tiempo que pierdes. Sobre todo si, como yo, tienes la versión inglesa y no entiendes la mitad de las palabras.
- De las fotos para el blog, ni hablo. Evidentemente, al escribir el libro Jamie no tenía en mente a los blogueros que andan como locos haciendo fotos de sus comidas. Y encima, a mi me gusta hacerlas mientras cocino.
- Tampoco computa Jamie el correspondiente tiempo de fregado de cacharros y recogida de la zona de trabajo. Hay que verle trabajar a Jamie para darse cuenta que no es especialmente cuidadoso dejando la cocina recogida y que esa parte también lleva su tiempo. Si no quieres que tus invitados vean tu cocina hecha un campo de batalla, o te reservas un poco de tiempo más para recogida a esos 30 minutos o precintas la cocina para que no entre nadie.
- Y mucho menos se incluyen en estos 30 minutos el tema de poner la mesa. Aunque a juzgar por las fotos del libro, no parece que eso le importe mucho, ya que no tiene miramientos en poner las sartenes y cacerolas directamente en la mesa. De hecho, ese es uno de sus consejos. Compra sartenes y cacerolas bonitas que puedas sacar directamente a la mesa, dice Jamie, así puedes llevar directamente la comida del fogón a la mesa.
- También he de confesar que conté con algo de ayuda, sino para mi solo hubiera sido imposible preparar la cena, las bebidas, la mesa, las fotos, fregar, etc,
En resumen, que se tarda bastante más de esos 30 minutos prometidos. Pero yo creo que con algo de práctica y organización previa, se puede uno llegar a acercar bastante a esa marca.
En resumen, que se tarda bastante más de esos 30 minutos prometidos. Pero yo creo que con algo de práctica y organización previa, se puede uno llegar a acercar bastante a esa marca.
El menú de 30 minutos que realicé para la ocasión fue el siguiente:
- Focaccia al romero.
- Ensalada de rúcula
- Ensalada de achicoria.
- Rigatoni al pesto.
. Trifle al limoncello.
En este post voy incluir la receta de la ensalada de achicoria o ensalada de endivias. Es muy sencilla.
Ensalada de endivias al tomillo
Ingredientes
- 4 endivias. Lo ideal aquí es mezclar endivias normales con achicoria roja, pero éstas no las pude encontrar en el supermercado.
- Tomillo fresco.- 1 diente de ajo
- Aceite
- Vinagre
- Sal
Preparación
1. Se cortan las endivias por la mitad y se hacen a la plancha hasta que estén doradas solamente (no es necesario cocinarlas).
2. Retiramos del fuego y cortamos las endivias en juliana.
3. En un mortero, machacamos un puñadito de tomillo fresco junto con el diente de ajo y se lo añadimos a las endivias.
4. Aliñamos con aceite, vinagre y sal al gusto.
Esta ensalada se puede servir templada o fría.