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lunes, 6 de febrero de 2012

DESAYUNO EN "TI-FUNNY´S"



Domingo 9:00 de la mañana. Pueblo en medio del páramo castellano. Bares y tiendas cerradas. La nevera vacía ¿Cómo puede hacer uno para desayunar en condiciones tan adversas?

No es el escenario de un crimen de Agatha Cristhie ni la trama de  una película de terror (que bien lo podría ser). Es el comienzo de la historia de mi desayuno.

Recientemente, un buen amigo mío me invitó a pasar el fin de semana en su pueblo, una pequeña población de la zona de la Ribera del Duero. Íbamos a dormir en un piso vacío propiedad de un familiar suyo que solo lo utiliza cuando va al pueblo.

Como conozco lo mucho que le gusta dormir a mi amigo, el sábado a la noche, antes de irme a dormir, le pregunté:

- ¿Dónde crees que puedo desayunar mañana? Creo que me levantaré mucho antes que tu y no quiero despertarte.
- ¿A qué hora te vas a levantar? - me preguntó mi amigo.
- Pues sobre las 9:00 - dije, sabiendo que es difícil que el fin de semana me levante mucho más tarde de esa hora.
- ¡Uy! Pues a esa hora no vas a encontrar nada abierto - me dijo

Al día siguiente, como estaba  previsto, me levanté a las 8:45. Se me ocurrió que quizás en la cocina pudiera encontrar alguna cosa. Para mi sorpresa, encontré algunos productos olvidados. Harina, azucar, sal, café soluble, ... poco más. En la nevera, agua, algún refresco, una tarrina abierta de margarina. También había vajilla para cocinar.

"Algo  podría hacer" - pensé - "pero mejor me voy a desayunar a la calle" - que es lo que cualquier persona sensata pensaría en aquellas circunstancias.
Así que a eso de las 9:15, salí a dar un paseo matutino por el pueblo, con la esperanza de encontrar un bar abierto donde poder tomar al menos un café y una tostada. Pero tal y como me previno mi amigo, TODO estaba cerrado. Una densa niebla se extendía desde el río, ningún transeúnte por la calle, los bares cerrados, eran los ingredientes perfectos para una película de terror. Recordé que el día anterior había visto una panadería en el pueblo. Las panaderías siempre están abiertas desde primera hora (aunque sea un domingo). Era mi única salvación y apresuré el paso. Eran las 9:45. Me quedé helado. La panadería también estaba cerrada.

Desolado, regresé al piso donde mi amigo seguía dormido. No me resignaba a verme privado de un reconfortante desayuno dominguero. No era mucho lo que había en la despensa, pero siempre se ha dicho que en tiempos de escasez "el hambre agudiza el ingenio". Y yo tenía mucha. 


Ahí fue el momento donde surgió  la idea de elaborar estos "Funny Sticks". O como yo los he llamado "Stick Funny´s" que por economía del lenguaje se han quedado en "Ti-funny´s"

Al final tuve un desayuno aceptable. Fue un "Desayuno con Ti-Funny´s"  (como Audrey Hepburn delante del escaparate de Tiffany´s, con un croissant en una mano y el café en la otra).

He de admitir que no son ninguna maravilla del otro mundo, pero te pueden sacar de un caso de apuro desesperado como el mío.


Ti-funny´s y café solo (soluble sin leche).

Aquí va la receta:

- Harina (1 vaso)
- Agua
- Margarina
- Sal
- Azúcar (1 cucharada)
- Aceite de oliva (para freir)


1. Se hace una masa blanda mezclando la harina, el agua, la margarina, la cucharada de azúcar y la pizca de sal. Si he de ser sincero, no recuerdo las cantidades justas, pero la masa no ha de quedar dura.
2. Dejar reposar la masa durante 1/2.
3. Con las manos, hacer bastoncitos con la masa.
4. Freir
5. Escurrir y espolvorear con azúcar.
6. Acompañar de una café calentito para mojar.

(Imagino que estos "sticks" estarían deliciosos con mermelada en la que poder untarlos).

1 comentario:

  1. Pues para no tenerlo preparado te han quedado geniales y seguro que riquisimos.Me encanta el nombre que les has adjudicado, muy chic. Un saludo y me quedo por aquí un ratito

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