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martes, 22 de mayo de 2012

POTAJE DE BACALAO, GARBANZOS Y ESPINACAS






Potaje. Qué palabra más fea para un plato tan rico. 

PO - TA - JE. 

Solo de pronunciarla ya siento aversión. Y es que he de reconocer que no he probado el potaje hasta hace relativamente poco tiempo. ¿Cómo puede ser apetecible un plato que se llama potaje?  A mi este nombre siempre me ha echado para atrás. Es así.

La culpa la tiene el individuo que decidió dar nombre a este plato. Imagino que el inventor del nombre lo hizo para ahuyentar a los otros comensales, competidores por una ración de tan suculento guiso:

- Hoy he hecho potaje para comer - diría a los que esperaban la comida.
- ¡Buagg! Qué asco ¿Potaje? ¡Suena asqueroso! 
- Pues mejor, si no quieres, así yo toco a más.

Ese día, el cocinero se puso ciego de comer potaje. Y viendo el éxito de su estratagema, con potaje se quedó.

Hay otro plato de la cocina tradicional con un nombre aún mucho peor: la olla podrida. ¡Quién en su sano juicio iba a comerse un plato de ¿olla podrida?! Está clarísimo que el inventor de la "olla podrida" utilizó la misma estrategia que el del potaje. El objetivo era conseguir que los demás no comieran y así quedarse  para sí la mayor parte del rancho. 

Aquí me planteo unos interrogantes que nadie ha sabido aclararme:
1. ¿El del potaje y el de la olla podrída, eran la misma persona?
2. ¿Cuál de los dos platos fue creado en primer lugar?

 Yo tengo mi teoría. Creo que el invento nació de la misma persona y que primero fue el potaje y al ver el éxito de la iniciativa, se dijo:

- Al próximo plato que invente, le voy a poner un nombre aún peor y aún más asqueroso.

Y así fue.

Y dado que "olla podrida" suena aún mucho más repugnante que "potaje", creo que esto es una evidencia de peso a favor de esta teoría.

Así que nadie se deje engañar por este ruin artificio. El nombre no tiene nada que ver con la esencia del plato. Solo es un engaño para ocultarnos a los ingenuos la verdadera naturaleza de estos manjares.

¡A comer potaje! Que es un plato nutritivo, rico y saludable.


Ingredientes (4 personas)


NOTA: Esta es la receta familiar de mi madre, ella también añade alubias, pero yo las he suprimido por no llevarme muy bien con ellas.


- 300 grs Garbanzos
- 300 grs Espinacas
- 4 Lomos de bacalao desalado
- 1 Cucharada de cominos (NOTA: este es un ingrediente clave en este plato, le da el toque)
- 1 Cebolla
- 1 Cucharada pequeña de pimentón dulce
- 1 Rebanada de pan
- 1 Huevo
- Aceite
- Sal





Preparación

Cocción

1. La noche anterior es necesario acordarse de dejar los garbanzos en agua.
2. Lavar bien las espinacas y trocear.
3. Asegurarse bien de que no queden espinas en los lomos de bacalao.
4. Ponemos a cocer los garbanzos, con las espinacas y el bacalao, hasta que los garbanzos queden tiernos.




Sofrito

5. En una sartén con un poco de aceite, freimos la rebanada de pan (cuidado que no se queme). La retiramos y reservamos.
6. En este mismo aceite, se pocha la cebolla picada.
7. Una vez pochada la cebolla, se añade el pimentón y retiramos del fuego para que no se nos queme el pimentón.



Arreglo del potaje

8. Machacamos el comino en un mortero y lo añadimos al guiso de los garbanzos (una vez que están ya hervidos).
9. Machacamos también en el mortero la tostada de pan frito y lo añadimos también.
10. Vertemos finalmente la cebolla con el pimentón.
11. Dejamos hervir a fuego medio unos 20 minutos.
12. Por último, añadimos un huevo al guiso y ya está listo para comer.












¡Buen provecho!








4 comentarios:

  1. Que ricos estos potajes, con un plato de estos tienes para alimentarte durante 1 semana ja,aja,ja,aja,ja, besos.

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  2. Es un potaje de los que más me gustan, debería ser obligatorio!!!

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  3. Este potaje, deberían declararlo Patrimonio de la Humanidad. Bienvenido al "sabroson" mundo de los blogs culinarios. Buen finde

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