Cuando tienes invitados en casa, muchas veces nos complicamos con recetas que requieren preparaciones de última hora y que nos reclaman durante un tiempo en la cocina mientras tenemos a nuestros invitados desatendidos en el comedor. Eso, quieras o no, te estresa.
Así que cada vez con mayor frecuencia, intento optar por recetas que me permitan tener todo preparado con antelación y la cocina limpia y lo más recogida posible cuando llega todo el mundo.
Esta es una receta vistosa, quedas muy bien con ella, parece que te has tirado toda la mañana cocinando y te permite tenerlo todo controlado en el último momento. Sin prisas, sin agobios, sin tensión. Lo único que tienes que hacer es dejar el horno precalentado y 15 minutos antes preocuparte de meter la bandeja en el horno. Mientras se termina de hacer la comida, te dedicas a tomar un aperitivo con una buena copa de vino y charlar relajadamente con tus amigos. Y cuando suena el "ring" del horno, ya está la comida lista.
Esta es una receta vistosa, quedas muy bien con ella, parece que te has tirado toda la mañana cocinando y te permite tenerlo todo controlado en el último momento. Sin prisas, sin agobios, sin tensión. Lo único que tienes que hacer es dejar el horno precalentado y 15 minutos antes preocuparte de meter la bandeja en el horno. Mientras se termina de hacer la comida, te dedicas a tomar un aperitivo con una buena copa de vino y charlar relajadamente con tus amigos. Y cuando suena el "ring" del horno, ya está la comida lista.
La pasta de esta receta es casera. Lo ideal para que quede una masa fina es hacerla con la máquina de pasta, pero también se puede hacer a mano con un rodillo (como tradicionalmente se habrá hecho toda la vida en Italia antes de la popularización de las máquinas de pasta domésticas).
La receta la he tomado de un libro de recetas de pasta que publicó la periodista Paloma Gómez Borrero hace un tiempo: El libro de la pasta.
Para la masa
- 3 Huevos
- 300 grs. Harina
- 1 Cucharada aceite de oliva
- Sal
1. Se prepara la masa con los ingredientes. Hay que amasar bastante y la masa es bastante dura y pegajosa. Por eso lo mejor es hacerla con un robot de cocina.
2. La bola de masa resultante se tapa con un paño y se deja reposar media hora.
Para el relleno
- 600 grs. Espinacas
- Pimienta negra
- Mantequilla
- Sal
- 250 grs. Requesón (bueno, la receta original es con Ricotta, pero el requesón es más nuestro)
3. Puedes utilizar espinacas frescas o congeladas. Hay que hervir las espinacas. Se escurren y se cortan. Con un poco de mantequilla se rehogan en la sartén.
4. Se añade el requesón desmenuzado.
5. Salpimentar y añadir nuez moscada.
6. Se alisa la masa, bien con la máquina de pasta bien con el rodillo. Este es para mi el paso más laborioso, ya que con la máquina te salen unas láminas increíblemente largas. Hay que enharinar bien para que no se peguen los pliegues de la pasta mientras la trabajas.
7. Se esparce el relleno por toda la longitud de la pasta.
8. Se hacen rollos con cuidado de no romperlos.
9. Los rollos de pasta se envuelven en film transparente y se cierran bien para que no se salga nada del relleno y conserven la forma.
10. En una cacerola con agua, se ponen a hervir los paquetes con los rollos de pasta, durante 1 hora.
La salsa
Es una salsa bechamel a la que, en mi caso, le añadí una salsa de tomate para darle ese color rojizo.
11. Mientras cuecen los rollos, se prepara la salsa bechamel.
12 .Una vez hervidos, se dejan enfriar los rollos. Se desenvuelven los paquetes y se cortan en rodajas de un dedo de grosor aproximadamente.
13. Se colocan en una bandeja. Se añade la salsa por encima.
14. Con el horno precalentado a 190ºC, se meten 15 minutos y ya están listos para comer.
¡¡Buen provecho!!
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